El hecho ocurrió el pasado martes, alrededor de la 1 la madrugada en Ramos Mejía, partido de La Matanza. Ismael Vecchio, de 24 años, le estaba pegando a Lara dentro de su auto: le abrió la cabeza con el traba-volante y le fisuró la nariz.
Un oficial de seguridad notó algo extraño y se acercó a preguntar que ocurría. En ese momento, la joven no pudo más.
“Mentí, decí que tenés un ataque de pánico, limpiate la sangre que viene la policía”, le pedía Vecchio a Lara. No era la primera vez que los paraban.
El accionar de la mujer esta vez fue diferente, bajó del auto y le contó al oficial que su pareja la estaba lastimando.
El hombre lo negó y se resistió a subirse al patrullero, hasta que finalmente lo detuvieron y lo enviaron a la comisaria Seccional Segunda, en Ramos Mejía.
Sin embargo, ayer por la noche fue trasladado a la comisaria Distrital Noroeste 3ra de Villa Luzuriaga, donde aún se encuentra detenido, a tres cuadras de la casa de Lara.
En diálogo con N3F, la joven manifestó que en un comienzo no quería hacer la denuncia, pero los efectivos policiales y los vecinos la terminaron convenciendo.
“Esta tortura empezó hace cuatro años. A los pocos meses de comenzar la relación, él me empezó a maltratar, y con el tiempo esa violencia fue aumentando. Me convencía de que todo era mi culpa, que yo me lo buscaba y yo me lo creía, me enfermó la cabeza”, expresó la víctima.
Y cerró: “ No me di cuenta de la dimensión de todos los hechos hasta que me vi cuerpo mutilado, no solo se trataba de piñas y cachetazos, una vez me quiso lastimar la vagina con un destornillador, él es mecánico”.
Si sufrís situaciones de violencia o conocés a alguien que esté en esa situación llamá al 144 o buscá la asistencia más cercana.
Redacción: Agustina La Valle