Aunque el homicida se llevó su cartera, el móvil poco tendría que ver con un robo. Según los testigos y las cámaras de seguridad, el misterioso hombre la esperó media hora en la vereda de frente.
Sandra no llevaba dinero ni había realizado ninguna transacción o negocio. Simplemente, iba a visitar a su mamá. Antes había pasado por la casa de una amiga. Su exmarido la había acercado de un punto a otro. La dejó en la esquina y se fue en su auto.
Luego de disparar, el asesino escapó corriendo al vehículo en el que había llegado desde Villa Soldati: una utilitaria ploteada como ambulancia que fue secuestrada este fin de semana en Villa Madero, en La Matanza, tras un llamado al 911. Sus dueños, dos hermanos de nacionalidad paraguaya, fueron detenidos.
Lo extraño es que la comunicación al número de emergencias fue realizada, la misma madrugada del crimen -el miércoles pasado-, por uno de los hermanos.
En las indagatorias, explicaron que trabajaban para una cochería y reconocieron que hacían traslados tipo remis aprovechando el servicio que prestaban para trasladarse durante la pandemia.
Uno de ellos aseguró que no tenía nada que ver con el homicidio de Sandra. El otro hermano, en cambio, involucró a un tercer y cuarto hombre en la escena. Indicó que los contrataron para llevarlos hacia Ciudadela, que les pidieron que los esperaran en un punto específico y que, media hora después, primero llegó uno de los hombres corriendo y luego el otro "con el arma en la mano".
Del primero dijo que solo conocía el nombre: "Fredy". Del segundo, brindó el nombre, apellido y la dirección. Cuando la policía hizo el allanamiento a la casa señalada en Villa Soldati, no encontró a nadie. Los detectives todavía intentan descifrar la identidad de "Fredy".
Lo curioso es que las cámaras de seguridad muestran a un solo hombre que le dispara a la mujer y emprende la corrida hacia la ambulancia que lo esperaba para volver a ponerse en marcha.
Los detectives creen que el testimonio podría tratarse de una estrategia para inculpar a otras personas del crimen. Es decir, que nunca hubo un tercer y cuarto hombre en la utilitaria. De lo que no hay dudas para los detectives es que los asesinos "fueron a buscar a Sandra. La estaban esperando".
Aunque no quiere aventurar hipótesis porque faltan atar varios cabos en la causa, el presidente de la comisión de seguridad de Tres de febrero, Martín Jofré indicó: "Lo que está claro es que no fue un robo al voleo".
La hija de Sandra, en cambio, cree que se trató de un robo, descartó el femicidio y el crimen por encargo. "Mataron a mi mamá en la puerta de mi abuela. No llegó a tocar el timbre. Le quisieron robar la cartera ella se resistió y le pegaron un tiro en el techo".