La tormenta que azotó Ezeiza no solo causó daños materiales sino también un dolor inmenso para la comunidad local. Fue en medio de aquella tempestad cuando Nicolás Duarte, un joven de 18 años, perdió la vida en un accidente que ocurrió al salir del estacionamiento de un boliche local.
Según los resultados de la autopsia, el joven falleció ahogado. El incidente fue tan repentino y sorpresivo que momentos después, Nicolás fue encontrado muerto. Las autoridades locales tomaron inmediatamente las medidas necesarias para investigar lo sucedido.
La noticia causó conmoción en la comunidad, donde los vecinos expresaron su shock y tristeza por el acontecimiento. La respuesta de las autoridades fue ofrecer sus condolencias a la familia del joven fallecido. Aunque se inició una investigación para determinar las circunstancias exactas que llevaron al accidente, en este momento no hay resultados oficiales.
La muerte de Nicolás Duarte es un recordatorio trágico de la vulnerabilidad humana y la importancia de estar atento a nuestro entorno, especialmente en momentos de peligro como una tormenta.