Miércoles, 26 Junio 2019 09:52

La Coca, estandarte nacional

La "Coca" Sarli enamoró a todos los argentinos con su erotismo, sin embargo, había confesado que le molestaba quitarse la ropa para las películas. Mujer de un solo hombre, sorprendió por su fidelidad e inocencia.

El martes a la mañana la actriz de 83 años perdió la vida luego de haber estado internada durante varias semanas en el Hospital de San Isidro por un cuadro de infección urinaria y de neumonía.

“La” Sarli fue un icono, un fenómeno de masas y de intelectuales, objeto de goce de los últimos cabecitas negras , estandarte y estándar nacional.  La primera bomba sexual argentina fue Isabel Sarli. Voluptuosa y sensual como pocas, enamoró a todos los argentinos con sus desnudos, gracias a las películas que realizó con el único dueño de su corazón, Armando Bo.

Su primer desnudo lo hizo en El trueno entre las hojas, estrenada en 1958. "Armando me ordenó: 'Quitate todo'. No sé cómo lo hice. Sé que le obedecí. Me tiré al agua y empecé a nadar. Me dijo que se vería de lejos, pero al ver la proyección, todo se magnificó y ocasionamos el mayor escándalo del cine argentino", dijo unos meses después de que el filme se volviera furor en Argentina. Diez años más tarde, la gente se agolpaba tras las puertas de los cines para entrar a ver la nueva -y polémica- película de Bo y Sarli: Carne. En ella, Isabel debía desnudarse para muchas escenas, entre ellas para la escandalosa violación sobre una media res al grito de "carne sobre carne".

Los contenidos altamente sexuales que protagonizaba la actriz eran algo novedoso para la sociedad argentina, que lentamente se acostumbraba a la primera liberación sexual femenina de la década de los '60. A pesar de mostrarse desinhibida ante las cámaras, no lo era tanto en su vida privada. "A pesar de ser tan habitual en mis películas desnudarme, me cuesta muchísimo y el único que me convence como sea es Armando", reveló en 1975.

Además, cuando fue consultada sobre las nuevas conductas sexuales de las mujeres a mediados de los '80, expresó: "Me gusta la mujer independiente, pero que también sea un poquito a la antigua. No me gusta que pierda su aspecto femenino. La liberación excesiva le puede hacer perder el encanto. Acepto, sí, que una mujer debe conocer todo en la vida, para afrontar mejor las cosas... La vida es corta, todo es efímero y cada cual debe vivir como quiere. Las chicas deben vivir todo a su tiempo, porque si experimentan todo ¿qué les queda para después?".

Y cuando le preguntaron qué zona de su cuerpo le parece más atractiva, ella no dudó, sorprendió a todos y remató: "Nunca lo pienso, me molesta hacer desnudos".

 

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