Martes, 02 Julio 2019 09:13

Superclásico por la gloria

No existen grandes antecedentes de conflictos bélicos. La rivalidad entre Argentina y Brasil es netamente futbolística. Llevan más de un centenar de años compitiendo que con el paso del tiempo fueron potenciando la enemistad.

De un lado entienden que Pelé fue el mejor jugador de todos; del otro se niegan a aceptarlo y ponderan a Diego Armando Maradona; ellos sacan chapa de los cinco títulos mundialistas y nosotros hacemos alusión a la recordada eliminación en Italia 90; los amantes de la Verdeamarela repasan las estadísticas para hablar de su paternidad, mientras que los amantes de la Albiceleste cantan "decime qué se siente tener en casa a tu papá" haciendo la vista gorda a los números.

Las cuestiones subjetivas se imponen en la escena para creerse superiores, pero esta noche habrá una nueva oportunidad para demostrar quién manda en el superclásico sudamericano.

A priori, por contar con un proceso más engranado, por la localía y por la actualidad de los futbolistas, el favorito es el dueño de casa, pero ningún ciudadano de nuestro país se anima a ir de punto y absolutamente todos sueñan con pegar el golpe a domicilio.

El juego -en el Mineirao- comenzará a partir de las 21.30. ¿Quién será el encargado de impartir justicia? El ecuatoriano Roddy Zambrano.

Por primera vez en la corriente Copa América las boleterías colgaron el cartel de "entradas agotadas". La monotonía era moneda corriente pero la expectativa por este derby es superlativa y no es para menos.

El seleccionado nacional emprendió una renovación encabezada por Lionel Scaloni y sueña con borrar las pálidas: perdió los últimos dos juegos decisivos de esta competencia (ambos a mano de Chile) y también cayó en el duelo definitivo en el Mundial de 2014, esta vez ante Alemania.

Quedaron algunos protagonistas que levantaron la medalla de plata y anhelan una revancha, por lo que antes deberán sobreponerse al gran candidato a quedarse con el título.

Esta noche, el DT repetirá el once que venció 2-0 a Venezuela, con los tres mosqueteros en el ataque: Lionel Messi -recostado unos metros atrás-, Lautaro Martínez y Sergio Agüero.

Justamente el dueño de casa, a pesar de su gloriosa historia, también convive con fantasmas. Generó cierta incertidumbre la ausencia de su as de espadas, Neymar, y también se impuso el temor al recordar el último evento importante en esas tierras, donde recibió siete goles por parte de Alemania. Por eso desean enterrar todas esas fobias y volver al primer plano continental.

Las horas previas transitan con mucha ansiedad. El fixture "había sido confeccionado" para ver a los dos más poderosos de la copa en la final, pero el segundo puesto de Argentina alteró los planes y provocaron un encuentro prematuro. Es decir: la final anticipada.

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