El Municipio informó que llegó al 100% de cobertura de agua potable y cloacas en todo el distrito, tras una secuencia de obras junto a AySA. La meta ahora pasa por sostener presión, renovar cañerías antiguas y reducir pérdidas y conexiones clandestinas.
Tres de Febrero anunció esta semana que alcanzó la cobertura total de agua potable y cloacas en su territorio, un objetivo largamente perseguido por los barrios del distrito y que, según la comunicación oficial, se consiguió a partir de un plan sostenido de ampliación de redes troncales y “finas” domiciliarias, ejecutado en coordinación con AySA. El hito, presentado como un cambio estructural en la calidad de vida urbana, tiene derivaciones directas en salud pública, ambiente, desarrollo productivo y valorización inmobiliaria.
Desde el Ejecutivo local explicaron que el proceso abarcó varios frentes en simultáneo: instalación de nuevas cañerías principales, modernización de estaciones de bombeo, regularización de conexiones, y puesta en servicio de ramales que quedaban pendientes para cerrar mallas barriales históricamente postergadas. De acuerdo con los técnicos, el impacto más inmediato se verá en la reducción de riesgos sanitarios asociados a consumo de agua no segura y a la presencia de pozos ciegos, además de una mejora en la presión y caudal en los domicilios.
Pero el anuncio también trae consigo una nueva agenda. Con la infraestructura dura desplegada, el Municipio y AySA migran ahora a una fase de mantenimiento programado, con foco en el recambio de tramos antiguos, la detección de fugas y la disciplina de consumo para evitar derroches. En ese marco, se reforzarán los canales de atención (línea 147 municipal y vías de AySA) para responder reclamos por baja presión, anegamientos o roturas. Asimismo, se buscará desactivar conexiones clandestinas que afectan a toda la red, al tiempo que se promueve la regularización de instalaciones internas, muchas veces obsoletas.
El sector productivo también toma nota. Comercios, talleres y pymes manufactureras dependen de un suministro estable para planificar su actividad. Con el 100% de cobertura, los parques y corredores industriales de 3F ganan previsibilidad, algo clave para sostener empleo y atraer inversión. Cámaras empresarias locales ya venían reclamando, además, una mejora integral en servicios y logística urbana (alumbrado, pavimento, transporte), que a su juicio tienden a retroalimentarse: cuando se resuelve un cuello de botella, se abren oportunidades en otros frentes.
En términos sociales, organizaciones vecinales celebraron el avance y pidieron continuidad en la inversión de mantenimiento para que el logro no sea “flor de un día”. También remarcaron la necesidad de campañas de educación sanitaria —uso racional del agua, correcto desecho de aceites y residuos que obstruyen cloacas— y de mecanismos ágiles para comunicar incidentes. En barrios donde el acceso estaba pendiente, la habilitación de la red supone además ahorro económico (dejan de pagar camiones atmosféricos), mayor higiene y menos olores.
La gestión ambiental cruza toda la discusión. A mayor cobertura cloacal, menor vertido clandestino y menos presión sobre napas. La articulación con programas de efluentes y control de vertidos industriales y comerciales aparece como el paso siguiente, en línea con la normativa provincial.
En clave política, el Municipio subrayó que la cobertura 100% posiciona a Tres de Febrero entre los distritos con mejores indicadores sanitarios del conurbano. De cara a los próximos meses, se adelantó un plan de monitoreo con sensores y cuadrillas territoriales para responder con rapidez a eventuales contingencias.