La Noche de los Templos se convirtió en un imán para más de 40 mil personas que recorrieron las calles de Buenos Aires, sumando a vecinos y visitantes que aprovecharon la riqueza cultural y religiosa de la ciudad. Fue una noche en la que la diversidad se vivió de verdad, con jóvenes llevando banderas a diferentes comunidades de fe.
Entre los lugares más concurridos estuvieron la Sinagoga Mayor y la comunidad budista, donde el público pudo disfrutar de recorridos especiales por sus instalaciones y degustar platos típicos. La noche también fue una oportunidad para reflexionar sobre lo que hace a Buenos Aires tan especial: su capacidad para acoger y fomentar la convivencia pacífica.
En el marco de esta celebración, el Jefe de Gobierno se reunió con líderes religiosos y destacó la importancia del respeto entre las distintas expresiones de fe. La Noche de los Templos ha sido un éxito en términos de promover la paz y el diálogo interreligioso, dejando en evidencia la importancia de este tipo de iniciativas para construir una sociedad más justa y próspera.