El 25 de diciembre será un día libre para muchos argentinos, mientras que el 1 de enero configurará un fin de semana largo. Esta situación es consecuencia de una tradición que se mantiene a lo largo del año: trabajar el 24 y 31 de diciembre.
Estas fechas no afectan a los empleados que trabajen en servicios esenciales o áreas específicas, pero sí pueden tener un impacto significativo en la economía. Muchos negocios son cerrados durante estos días, lo que puede influir en el comercio y la actividad económica.
Aunque no se han anunciado cambios importantes en el calendario laboral para 2024, es probable que haya ajustes futuros para alinear las festividades con la realidad económica actual. Esto podría significar cambios significativos en el futuro, pero por ahora, el 25 de diciembre seguirá siendo un día importante para muchos argentinos.