La Justicia aceptó un amparo para que los docentes que son mayores de 60 años trabajen de forma remota y no presencial por ser grupo de riesgo. Lo había solicitado la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), el principal gremio docente de la ciudad de Buenos Aires.
El sindicato presentó un recurso de amparo en la Justicia para que los docentes porteños mayores de 60 años "sean dispensados de asistir a sus lugares de trabajo y puedan realizar sus tareas de manera remota", ante el inicio del ciclo lectivo en el distrito porteño.
El Juzgado en 1ra Instancia en lo Contenciosos Administrativo y Tributario, a cargo de la Doctora Elena Liberatori, ordenó hoy que se “suspenda la obligación de impartir clases de modo presencial”, en el caso de una docente mayor de 60 años.