Una nueva ola de reclamos por las consignas que impone el movimiento NiUnaMenos, llega a las playas de lo cotidiano, esta vez desde la virtualidad que impone la pandemia. Pero con la fuerza arrolladora que, desde aquel histórico 3 de junio de 2015, impuso esa lucha masivamente. Con un emblemático documento el colectivo NiUnaMenos, destaca hoy: “Libres y desendeudadas nos queremos”.
En aquel histórico día de 2015, en ochenta ciudades del país, se convocó a una protesta en repudio al femicidio de la joven rosarina Chiara Páez. Ella tenía 14 años. El repudio por su muerte desbordó las expectativas de la convocatoria. Masificó y marcó para siempre la agenda del contundente movimiento feminista. A partir de entonces y bajo la consigna “Ni Una Menos. Vivas nos queremos”, cobraron fuerza reclamos de distintas violencias contra las mujeres. Entre ellas, la falta de respuesta a la necesidad de contar con el aborto legal, seguro y gratuito. Desde entonces una marea de mujeres se tiñe de verde y violeta.
El documento del colectivo este año reclama por “las compañeras trans y travestis desalojadas de sus viviendas por la voracidad inmobiliaria”. Explica que lloran “la muerte evitable de Ramona Medina”. Exigen por las niñas “que en Santiago del Estero y Corrientes necesitan aborto legal”. Repudian “la violencia que sufren compañerxs qom del Chaco”. Y para fundamentar la ola que las abarca enfatizan: “Nos sostenemos en la red feminista, internacionalista y transfronteriza, afrofeminista e indígena, porque es nuestra fuerza y desde ahí venimos a insistir que la deuda es con nosotras y nosotres”.
Hoy pensar un 3 de junio es recordar a las que ya no están, a las víctimas de femicidios.
En el distrito la propuesta desde la Red de géneros de Tres de Febrero, se visibliza el reclamo de mayor presupuesto municipal en políticas de género a través de un "Efecto mariposa", que vuelan por las redes y se posan en las puertas y ventanas.