Viernes, 17 Noviembre 2023 23:03

El periodismo es una mentira

Fake news, títulos engañosos, dinero y más condicionantes que atraviesan a la profesión. ¿El periodismo es una farsa? 

Es una realidad que, muchas veces, la información brindada por las grandes empresas mediáticas es tomada por el común de la sociedad como un condicionante en su manera de pensar. Se pueden identificar diferentes ideologías políticas en las personas respecto al canal de televisión que consume o el diario que lee cada mañana. Si bien es de público conocimiento que “tal medio opera para el oficialismo y tal otro para la oposición”, ¿eso implica que nos mientan u oculten información?

El periodismo hecho “de corazón” y por amor al oficio escasea, sobre todo en los grandes medios. ¿Por qué? Por el dinero. Las empresas mediáticas subsisten gracias a las pautas publicitarias pagadas por marcas y agrupaciones políticas… entonces, ¿quién atacaría al que le da comer?

Gran parte de periodistas aceptan ocultar o tergiversar información porque es la única manera de seguir cobrando un sueldo. El famoso “periodismo independiente”, en su mayoría, es poco consumido y en términos financieros un fracaso. ¿Está mal? ¿está bien?, para muchos profesionales solo existe esa alternativa. Acatar órdenes estrictas e “informar”, para llevar el plato de comida a casa.

 

        

 

                       Ah, y el periodismo no es una mentira. Fue un título engañoso para que leas mi nota.

 

  Para desglosar la temática y entender la situación, es necesario hablar de PAUTA OFICIAL, que según la página web del Gobierno de la Nación:

Redactar mejor: Recomendaciones para utilizar correctamente las comillas  Se considera publicidad oficial a toda forma de comunicación, anuncio o campaña institucional de carácter oneroso, gratuito o cedido por imperio legal, efectuada a través de cualquier medio de comunicación, por los organismos enumerados en el artículo 8º de la ley 24.156, el  Banco de la Nación Argentina y sus empresas vinculadas, para difundir acciones o informaciones de interés público".

Traducción: Altas cantidades de dinero que el estado le otorga a los medios de comunicación para emitir publicidades oficiales.

Por ley, este capital otorgado está regulado, es decir, hay un control que sobre quiénes reciben esta cantidad de dinero y cuánto. Desde un pensamiento “políticamente correcto”, debería existir una equidad en el reparto.
Veamos lo que dice la página del Gobierno sobre la distribución de la pauta...

 

Así es,  NO FUNCIONA. 

 

Afortunadamente, Chequeado (un medio de comunicación) nos acerca un poco a la respuesta en la Ciudad de Buenos Aires. Grupo Clarín, se impone imperiosamente ante los demás competidores.

      

 

Al ver estos números, suena un poco desalentadora la idea de intentar formar un medio independiente, ¿no?... Se requiere de mucho esfuerzo, tiempo y dedicación, pero el hambre no espera y las grandes empresas mediáticas están al acecho y con sed de periodistas.

 

Difícil pero no imposible

 

Claro que el periodismo independiente existe, y del bueno. Su figura se enaltece al tener en cuenta las adversidades y el nivel de dificultad que implica mantener un proyecto así. Analicemos el caso de “Chequeado”, el medio que echaba luz hace un rato sobre la pauta en CABA.

Chequeado es un medio independiente que funciona cómo “fact checker”, es decir, analiza, desmiente y confirma las variadas informaciones que se filtran en internet. Sin lugar a duda, una gran iniciativa, necesaria en tiempos corrientes, y consumida por muchas personas.

Sin embargo, Chequeado no factura financieramente ni un cuarto que lo que un medio de comunicación convencional (y pautado) lo hace. Es decir, con el poder económico de los monopolios mediáticos es casi imposible pensar en una comparación en cuánto a números. Lo que implica que los canales o diarios “con dinero” puedan invertir en publicidad y captar gran parte de la audiencia.

¿Resultado final? Una noticia falsa o engañosa, que posiblemente haya sido desmentida por Chequeado, circula con alevosía en los grandes medios empujada por la fuerza desmedida de la pauta. Eso es desinformación, falta de ética y respeto. Quizás sea la parte más oscura y baja del periodismo.

De todas maneras, propongo pensar al periodista como un trabajador, como un padre/madre de familia que debe llevar el plato caliente a casa. Si todo el poder y dinero están concentrados en los medios pautados, el empleado no tiene escapatoria. ¿Por qué un periodista elegiría trabajar en Chequeado teniendo ofertas de Clarín? Lamentablemente, del amor al arte y de la ética moral no se vive.

A modo de cierre, ¿Qué mejor que escuchar la palabra de los protagonistas del juego?
Más de 50 periodistas de diferentes especialidades fueron consultados de manera anónima acerca del periodismo independiente. ¿Existe? ¿Es posible vivir de él? A continuación, algunas de sus variadas respuestas que flotan en un loop entre la buena intención y la necesidad.

 

- "Claro que es posible. Está demostrado".

- "Lo intenté por años... el periodismo independiente no me rindió nunca".

- "Soy periodista independiente (aunque no vivo de ello)".

- "No existe, todos tienen un arreglo".

- "Afortunadamente existe".

- "Que pregunta extraña... Claro que existe"

- "¡Jaja!, te cagas de hambre pero nadie lo va a decir"

- "Imposible. Aquí un periodista que hace 20 años está bajo relación de dependencia".

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